María Cristina, inspiradora de la guaracha |
Cito un fragmento de “María Cristina”, la canción tal vez más conocida del Señor Saquito:
María Cristina me quiere gobernar
y yo le sigo, le sigo la corriente,
porque no quiero que diga la gente
que María Cristina me quiere gobernar.
[...] Observen que María Cristina, que es, por supuesto, una mujer, colocada en su eterna situación de dominada, quiere gobernar al narrador, marido o amante, y convertirse en dominatrix. Mientras el interpelado, a su vez, cede a las intentonas de dominio absoluto de su mujer, haciendo ver que cede a sus demandas (le sigue la corriente), porque el autor de la canción o su personaje cantante no quiere que la gente (es decir, sus amigos, otros hombres, el pueblo de Cuba) hable de que María Cristina lo quiere controlar –cosa que es evidente ya ha logrado ella. (Mis interpolaciones son debidas a las calificaciones.)
Esta canción inconsecuente y olvidable para muchos es para mí una obra maestra de humor sutil –y por supuesto, popular. Universal también porque el éxito cruzó los mares, viajó a otras tierras y volvió en las ondas cortas y largas de la radio. Ya rendí homenaje a “María Cristina” en Tres triste tigres y en un breve libro de ensayos titulado “O” –O por cero, pero también Oh por el asombro. La traigo aquí ahora no sólo como una forma de tributo oral, sino para que disfruten ustedes su humor bien pensado, bien realizado, y al mismo tiempo sepan, si no lo han adivinado ya, que éste es uno de mis ideales de escritura: quiero hacer música popular por otros medios.
Ahora veamos otras historias de esta canción.
Sherline Chirinos dice en su artículo “Cantores latinoamericanos de la década de los sesenta y setenta. La apertura de una tradición política cultural”que Lil Rodríguez dice, y pongo el párrafo que nos interesa:
La pieza más recordada de Ñico Saquito es “María Cristina me quiere gobernar”. Lo que es menos sabido es que ésta, originalmente, tenía que ver con la política. En efecto, como explica Lil Rodríguez (2007), la génesis de la canción tiene que ver con algunos versos populares en Cuba (aún colonia española), durante la guerra de independencia, referentes a María Cristina, Archiduquesa de Austria, madre y regente del rey de España aún niño, Alfonso XIII. “Es decir, los patriotas cantaban versos contra María Cristina, la Regenta, la que los quería gobernar”, explica Rodríguez (Ob. Cit.: 197).
Es decir, según Sherline Chirinos, haciendo referencia a la obra de Lil Rodríguez (Bailando en la casa del trompo. Caracas. 2007), existen versos que son la génesis de esta canción y que fueron cantados por los patriotas cubanos contra María Cristina de Borbón. La verdad es que yo no he encontrado ninguna referencia a esos versos, aparte de la que hace el texto de Lil Rodríguez, que además, no demuestra con ningún dato. Por mi parte, nunca he visto, en ningún libro de historia de Cuba, referencia a que los versos fueran cantados en época de la Guerra de Independencia cubana. Pero bueno, puede ser que recientemente se encontró algún texto con referencia al suceso; si alguien tiene alguna noticia, por favor… que lo diga.
También hay un detalle muy importante, existen teorías de que los versos son de origen español y lo interesante era encontrar pruebas que lo demostraran. Pero no... sigo sin dar con ellas.
Antes de continuar quiero aclarar algo sobre el género musical de la canción.
Una guaracha-son está compuesta de un verso, que sencillamente se repite y se repite, seguido de un MONTUNO, elemento musical particular del género. El “montuno” puede resultar extraño para los que no conocen la música cubana, hasta el punto de considerar que se trata de algo añadido. Hago esta aclaración porque también he escuchado que la canción es un pastiche, es decir, que Ñico Saquito hizo una mezcla con dos melodías. Para responder a esta confusión, este enlace ilustra perfectamente el tema del montuno, en especial estos dos párrafos:
Una guaracha-son está compuesta de un verso, que sencillamente se repite y se repite, seguido de un MONTUNO, elemento musical particular del género. El “montuno” puede resultar extraño para los que no conocen la música cubana, hasta el punto de considerar que se trata de algo añadido. Hago esta aclaración porque también he escuchado que la canción es un pastiche, es decir, que Ñico Saquito hizo una mezcla con dos melodías. Para responder a esta confusión, este enlace ilustra perfectamente el tema del montuno, en especial estos dos párrafos:
Al introducirse el son en La Habana, los septetos y conjuntos incrementaron sus repertorios incluyendo guarachas tradicionales con la adición de un montuno, a lo que llamaron guaracha-son y de esta manera se fue transformando aquel ritmo muy segmentado, pero fundamentalmente cantable, en forma de son de tempo más acelerado. El tema de la mujer del pueblo, negra o mulata, que había aparecido en el siglo XIX se mantenía con el mismo espíritu al celebrar su gracia y belleza, su imprescindible presencia.
Al convertirse en son, la guaracha dejó para muy pocos conjuntos su uso como canción. Hubo autores que componían casi exclusivamente este género, como Ñico Saquito (Antonio Fernández, Santiago de Cuba, 1902-81), siendo su obra más famosa Cuidadito Compay Gallo (1930), que popularizó el Trío Matamoros. Otros fueron Bienvenido Julián Gutiérrez (1900-66) (Azúcar pa un amargao, Sensemayá, El diablo tun tun); Sergio Siaba (El cuarto de Tula), Marcelino Guerra (Pare, cochero).
Pero no quedaría completa la explicación si no habláramos del origen del genero Guaracha: “La primera composición popular de carácter absolutamente cubano que pude hallar en mi búsqueda es la guaracha titulada La Guabina, que hizo furor en la isla hacia los años 1780… pues bien: esa Guabina en muy poco se diferencia, en cuanto a ritmo, carácter, gracejo, de cualquier guaracha cubana tocada en los días de hoy… lo cual demuestra que el carácter “criollo” de nuestra música estaba definido y fijado hace dos siglos…”. (Alejo Carpentier: Ese músico que llevo dentro).
Según esta definición, la guaracha “Maria Cristina” de Ñico Saquito, en términos musicales, es una guaracha-son como cualquier otra, sin elementos extraños a su género. Posiblemente tengamos que estar familiarizados con esa estructura estribillo-montuno para no confundir una guaracha-son con una especie de pastiche latinoamericano de unos imaginarios versos y melodía españoles de los que muchos hablan pero de los que nadie sabe...
Para Vicente Sáez Martín, un sevillano licenciado en historia “Está claro que la canción hace referencia a la regente María Cristina pero no se sabe con exactitud si la cantaban los carlistas a los liberales, los liberales a los carlistas o era una coplilla para burlarse del segundo marido de María Cristina, el sargento de la guardia.”
En la sección de comentarios, yo le había dicho a Vicente que claro..., claro..., a mi no me parecía nada. En los versos no hay referencia alguna a la regenta, solo se habla de una María Cristina y, Marías Cristinas, entre la Península y el Caribe hay miles… miles!. Al igual que en la anterior opinión comentada, el amigo Vicente sigue sin aportar prueba alguna de lo que non son sino sospechas, o ¡quien sabe!, quizás un mito, carlista, liberal, españolista..., que más da!
En la sección de comentarios, yo le había dicho a Vicente que claro..., claro..., a mi no me parecía nada. En los versos no hay referencia alguna a la regenta, solo se habla de una María Cristina y, Marías Cristinas, entre la Península y el Caribe hay miles… miles!. Al igual que en la anterior opinión comentada, el amigo Vicente sigue sin aportar prueba alguna de lo que non son sino sospechas, o ¡quien sabe!, quizás un mito, carlista, liberal, españolista..., que más da!
Pero. Los familiares de Ñico Saquito sí tienen pruebas de la creación del trovador santiaguero. Y hasta pueden presentar textos originales de la tonadilla…
Letra original de “María Cristina”, cedida por Alejandro Fernández Ávila (nieto de Ñico Saquito)
También existe una historia sobre la existencia real de una María Cristina de origen cubano confirmada por sus propios familiares. Sin embargo, todavía tengo que comentar lo más gracioso que he leído sobre el tema.
Dice Emilio Jiménez Díaz, Desde mi torre de cobalto: ‘Otra de las canciones que nos llegaron de fuera de nuestras fronteras, y que logró un éxito tremendo, fue la llamada "María Cristina me quiere gobernar", una guaracha compuesta en su letra y música por el cubano Benito Antonio Fernández Ortiz, más conocido como Ñico Saquito. ¿La recordáis? Seguro que sí, porque no cesaba de sonar en todas las emisoras de aquellos años. Su base es de una antigua canción de los rebeldes cubanos y la protagonista, aunque el autor decía que no, era la reina María Cristina, segunda mujer de Alfonso XII.’
¡La frase es genial!. Su base es de una antigua canción de los rebeldes cubanos y la protagonista, aunque el autor decía que no, era la reina María Cristina, segunda mujer de Alfonso XII.
Aquí ya no resistí más y largué una carcajada que no pude controlar… Me imagino a Emilio Jiménez Díaz decir, mientras escribía su artículo: “aunque el autor dice que NO, ¡¡yo digo que SÍ!!, que María Cristina no era la campesina santiaguera, que la María Cristina a la que se refiere Ñico es nuestra Reina, carajo…”
Pues yo tengo mis dudas. Mientras me siga preguntando por qué ese empeño en restar credibilidad, sin más, a la palabra de Ñico Saquito, yo seguiré manifestando, no sólo mis dudas, sino también mi confianza en este noble paisano, que no sé si por campesino, no goza del crédito que tanto erudito reclama para sí simplemente porque “les parece”, “piensan” y “opinan”, simplemente, lo que les parece.
Afirmar que el origen de los versos o de la melodía es español, sin aportar ninguna prueba, merecía una contestación. Pero lo mismo vale para los que pensamos que es exclusivamente obra de Ñico. El problema es que Internet da la posibilidad de publicar cualquier cosa y, luego, enarbolar la libertar de opinión pidiendo respeto, sin aportar pruebas. ¿Tendremos que respetar que alguien opine que “la Luna es un plato” y quedarnos en silencio?
Para los que dicen que María Cristina (incluyéndome) es una creación en exclusiva de Ñico Saquito, lanzo la siguiente pregunta: ¿alguna vez Ñico Saquito confirmó que la composición era enteramente suya?. No hablo solo de la melodía, sino también de los versos. ¿Existe algún testimonio verificable de cuándo, dónde o a quién Ñico Saquito confirmara que los versos son de su completa inspiración?.
En internet abundan las referencias a “María Cristina” como una creación de Ñico, pero no existe un solo testimonio que lo confirme. Incluso, yo diría que lo que he leído crea dudas más que razonables.
En el reportaje publicado en la web Iré a Santiago (“De cómo encontré a la inspiradora de una guaracha universal”), el que la escribe -que no está identificado- dice que visitó la casa familiar de Ñico en Corona No. 59, Santiago de Cuba. Nos cuenta que, apenas mencionó a María Cristina, un viejo con más de 90 años dijo que María Fernández era su madre. Mas adelante, en el mismo artículo y según el testimonio del hijo de Ñico (Antonio Fernández Arbelo) se cuenta que Ñico, cuando vivió en La Habana, tenía una novia que le había inspirado la canción porque le hacía recordar a la tía “María Fernández”, pero lo cierto es que tampoco se nos dice cuál era el nombre de la novia. Finalmente se añade: “Comprobamos la muerte de María Fernández en el libro de enterramientos del cementerio de Santa Ifigenia. Y allí, nos apareció el nombre y las señas de María Fernández. No había lugar para las dudas.”
¿Cómo que no había lugar para las dudas? La tía, también según el certificado de defunción, se llamaba María Fernández, no María Cristina. Tampoco conocemos el nombre de la novia que, supuestamente, le inspiró los versos. Entonces, ¿de dónde saca Ñico lo de Cristina, mejor, lo de María Cristina?. Como no tenemos una referencia directa del nombre completo, entonces solo nos queda “creer” el testimonio del hijo de María Fernández y el del hijo de Ñico, que dan por supuesto que María Fernández es la María Cristina de la guaracha, sin ni siquiera aportar algún testimonio del autor, un simple “Ñico me dijo…”.
Es cierto que en un encuentro con los familiares, estos aportaron el papel donde Ñico escribió sus versos e incluso se conserva la partitura original de la guaracha (aquí el enlace). Pero estos, aunque son elementos importantes, no prueban nada respecto al origen de la inspiración. Quizás soy quisquilloso, pero es de justicia ser objetivos. Si ninguna prueba hasta ahora demuestra que nuestra María Cristina es la borbónica española, debemos reconocer que tampoco hay razones fundadas para defender que toda ella es original composición de Ñico Saquito.
Sin opiniones o pareceres más o menos arbitrariamente valoradas, seguimos dudando y seguimos buscando.
Afirmar que el origen de los versos o de la melodía es español, sin aportar ninguna prueba, merecía una contestación. Pero lo mismo vale para los que pensamos que es exclusivamente obra de Ñico. El problema es que Internet da la posibilidad de publicar cualquier cosa y, luego, enarbolar la libertar de opinión pidiendo respeto, sin aportar pruebas. ¿Tendremos que respetar que alguien opine que “la Luna es un plato” y quedarnos en silencio?
Para los que dicen que María Cristina (incluyéndome) es una creación en exclusiva de Ñico Saquito, lanzo la siguiente pregunta: ¿alguna vez Ñico Saquito confirmó que la composición era enteramente suya?. No hablo solo de la melodía, sino también de los versos. ¿Existe algún testimonio verificable de cuándo, dónde o a quién Ñico Saquito confirmara que los versos son de su completa inspiración?.
En internet abundan las referencias a “María Cristina” como una creación de Ñico, pero no existe un solo testimonio que lo confirme. Incluso, yo diría que lo que he leído crea dudas más que razonables.
En el reportaje publicado en la web Iré a Santiago (“De cómo encontré a la inspiradora de una guaracha universal”), el que la escribe -que no está identificado- dice que visitó la casa familiar de Ñico en Corona No. 59, Santiago de Cuba. Nos cuenta que, apenas mencionó a María Cristina, un viejo con más de 90 años dijo que María Fernández era su madre. Mas adelante, en el mismo artículo y según el testimonio del hijo de Ñico (Antonio Fernández Arbelo) se cuenta que Ñico, cuando vivió en La Habana, tenía una novia que le había inspirado la canción porque le hacía recordar a la tía “María Fernández”, pero lo cierto es que tampoco se nos dice cuál era el nombre de la novia. Finalmente se añade: “Comprobamos la muerte de María Fernández en el libro de enterramientos del cementerio de Santa Ifigenia. Y allí, nos apareció el nombre y las señas de María Fernández. No había lugar para las dudas.”
¿Cómo que no había lugar para las dudas? La tía, también según el certificado de defunción, se llamaba María Fernández, no María Cristina. Tampoco conocemos el nombre de la novia que, supuestamente, le inspiró los versos. Entonces, ¿de dónde saca Ñico lo de Cristina, mejor, lo de María Cristina?. Como no tenemos una referencia directa del nombre completo, entonces solo nos queda “creer” el testimonio del hijo de María Fernández y el del hijo de Ñico, que dan por supuesto que María Fernández es la María Cristina de la guaracha, sin ni siquiera aportar algún testimonio del autor, un simple “Ñico me dijo…”.
Es cierto que en un encuentro con los familiares, estos aportaron el papel donde Ñico escribió sus versos e incluso se conserva la partitura original de la guaracha (aquí el enlace). Pero estos, aunque son elementos importantes, no prueban nada respecto al origen de la inspiración. Quizás soy quisquilloso, pero es de justicia ser objetivos. Si ninguna prueba hasta ahora demuestra que nuestra María Cristina es la borbónica española, debemos reconocer que tampoco hay razones fundadas para defender que toda ella es original composición de Ñico Saquito.
Sin opiniones o pareceres más o menos arbitrariamente valoradas, seguimos dudando y seguimos buscando.
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