Para el tratamiento de la obesidad, del sobrepeso y la sobrealimentación hay que tener en cuenta su origen multifactorial y realizar un abordaje a todos estos niveles.
Plantear tratamientos a largo plazo que logren cambiar estilos de vida y que consigan la sistematización de hábitos saludables, para lo cual se deben realizar controles hasta estabilizar los resultados.
Cuando queremos controlar el peso debemos tener en cuenta la relación entre el aporte de calorías y el gasto energético de nuestro organismo, por lo que si queremos una respuesta adelgazante debemos poner a nuestro cuerpo “EN CRISIS”, sí o sí, toca una dieta hipocalórica en la que se disminuyen los ingresos de forma equilibrada y controlada y si, además, aumentamos el gasto, nuestro organismo se verá obligado a usar la grasa acumulada como fuente de energía.
¿Cómo lo podemos lograr?
-Aumentar el gasto. Debemos llevar una vida menos sedentaria comenzando la realización de alguna actividad física (Siempre individualizada teniendo en cuenta el gusto y la posibilidad real: tiempo, horarios, tipo de actividad física: andar, correr, bailar).
-Habrá que disminuir la ingesta mediante una dieta hipocalórica y siempre bajo control médico pues generalmente tendrán que ser moderadas o muy bajas en calorías, hablamos de menos de 1000 kcal / día.
-Apoyo de farmacoterapia con micro nutrición adecuada.
Hay muchos tipos de dietas hipocalóricas, algunas de ellas pueden ser llevadas en régimen ambulatorio, siempre bajo estricto control médico y las más restrictivas, deben ser realizadas en régimen de ingreso.
Dentro de estas dietas hipocalóricas:
- Disociada (se separan los diferentes grupos de alimentos).
- Proteinada hipocalórica, estas a su vez, pueden ser total o parcialmente sustitutivas por productos de preparación instantánea y de alto valor biológico, que actúan como una herramienta muy eficaz, ya que causan modificaciones metabólicas efectivas en el control del apetito y en la reducción de los depósitos grasos, sin modificación de la masa muscular.
Todas válidas cuando están equilibradas y supervisadas por un médico capaz de detectar a tiempo cualquier estado carencial y corregirlo adecuadamente.
La duración de estos tratamientos NO termina con la obtención del peso deseado, este logro es sólo el comienzo de una nueva vida y hay que mantener controles que permitan la estabilización y reeducación alimentaria junto con el establecimiento nuevos estilos de vida.
Colaboración de la Dra. Mª Alejandra Almanares.
Comentarios: