sábado, 5 de julio de 2014

El Rock, un puto riesgo para la salud




“El movimiento es casi instintivo y forma parte de la liturgia más enraigada del heavy metal. Nada más escuchar los primeros acordes cualquier fan que se precie se agarra a una guitarra imaginaria y empieza a mover espasmódicamente la cabeza al ritmo de la música.”

Pues SÍ… nada más leer esta noticia en la Voz de Galicia y comprendí todos los problemas de salud que estoy padeciendo.


“En concreto puede ocasionar un hematoma subdural crónico, una acumulación de la sangre vieja y de sus poductos de descomposición entre la superficie del cerebro y su capa más exterior.”



Ya sabía yo que la “sangre vieja” que se acumula en la cabeza  por escuchar Rock -bueno, y por mover la cabeza de aquí pa'llá-, me traería problemas. ¡Estoy FATAL!. Todos esos productos en descomposición, que están entre la superficie y la capa más exterior del cerebro -es decir, a flor de piel-, explican por que la gente dice que estoy loco.

El asunto de “otras lesiones” mencionado en el artículo, lo entiendo, menos la disección de la arteria carótida. El resto, las  tengo todas. Me explico.


“…la práctica de sacudir violentamente la cabeza al ritmo del heavy, que incluyen disección de la arteria carótida, latigazo cervical, enfisema mediastínico (cuando el aire se filtra de las vías respiratorias hacia el mediastino, situado en el centro del tórax)…”

El latigazo cervical… lo llevo mal, ya no puedo mover la cabeza con agilidad y, lo peor, cuando voy a la playa del Orzán termino con enfisema mediastínico. Imagino que de mirar pa'quí,  pa'lla. Demasiados topless.

“Una tomografía computerizada craneal confirmó que el paciente tenía un hematoma subdural crónico -que comienza varias semanas después del primer sangrado- en el lado derecho de su cerebro. Los cirujanos extrajeron el coágulo de sangre a través de un agujero realizado con un trépano, un instrumento quirúrgico en forma de broca para realizar agujeros en el hueso. Luego los médicos le drenaron la herida y al rockero alemán ya no le duele la cabeza.”

Esto sí que lo deja todo al descubierto… Mi médico tiene un contrato con la farmacéutica que vende los calmantes para dolores de cabeza. Me está estafando, lo mío no es migraña.






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