“Richard” Egües y la Orquesta Aragón se convirtieron en los años cincuenta en una verdadera institución de la música cubana, cosa que continuaría en las décadas siguientes. En el año 1962 toda Cuba bailaría al compás de otra composición de “Richard”, El Paso de Encarnación. Mucho más tarde vendrían éxitos como el Aguardiente de Caña y nuevas modalidades bailables como el cha-onda. “Richard” Egües se mantuvo con la Aragón hasta mediados de los años ochenta dirigiendo la Orquesta brevemente luego del fallecimiento de Rafael Lay. En los últimos veinte años “Richard” ha incursionado exitosamente en el campo de la música clásica y es solicitado continuamente para grabar piezas igualmente clásicas de la música popular bailable cubana, lo que ha hecho en varias ocasiones en compañía de Chucho Valdés y otros destacados músicos. Su sonido salió a brillar una vez más durante el boom del Buena Vista Social Club, cuando nos ofrece una genial improvisación de flauta en la grabación de Tres lindas cubanas realizada por Rubén González.
Otra versión de la Orquesta Aragón en USA.
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