Chichi Caney es en verdad un Sonero-Matemático o, se puede decir también, un Matemático-Sonero, aunque su nombre nos sugiera estar ante un tipo de bebida isotónica cubana. Chichi Caney es el nombre artístico de Eduardo Blanco, un santiaguero que desde niño estuvo aliado a una guitarra y, alardeando de voz prima, formó diferentes grupos.
Rafael Quevedo y Eduardo Blanco |
Eduardo y Eloisa |
Echando mi memoria bien pa’tras, recuerdo que mi hermana cumplía 15 años, cosa que se celebraba en Cuba a como dé lugar. En aquella época se preparaban coreografías de parejas para el vals de apertura de la fiesta. Bueno… son cosas que se siguen celebrando, pero ni sé cómo se las arreglan ahora. ¿Pues saben qué? Chichi Caney preparó la coreografía de los 15 de mi hermana. En casa, mis padres en un principio querían alquilar los servicios de Vicente, el tipo más solicitado para estos asuntos en Santiago de Cuba al final de los 60’s, pero también el más caro. Mi papá, después de analizar con mi mamá el asunto dijo: “qué carajo, que lo hagan los muchachos, no será algo que no sepan hacer”. Mi papá era muy conservador, pero muchas veces podía sorprender.
No recuerdo todos los entresijos de la toma de la decisión, pero Chichi Caney fue el coreógrafo de “los quince” de mi hermana. Es una historia larga de contar, pero los que saben de esto recordarán que primero quince parejas bailaban un vals donde las chicas vestían trajes largos. Chichi se inventó composiciones, pasos nuevos. Hay fotos, mi hermana las conserva. Hubiera querido tener alguna a mano para ilustrar aquel día... Recuerdo que mi primo Rafaelito “el Flaco” organizó la música de la fiesta; era el año que la canción Oh Darling de los Beatles hacía furor. El Flaco grabó en una cinta más de cuatro veces seguida la canción. Cuando comenzó por segunda vez, se escucharon murmullos de satisfacción, pero cuando lo hizo por tercera vez, todo el mundo gritó. En aquellos años en Cuba era muy importante el tipo que “ponía” la música en las fiestas, eran algo así como un DJ. Hay que tener en cuenta que era una época muy difícil, tener un disco de los Beatles era algo muy mal visto. No se escuchaba música en inglés por la radio. Era ¡la lengua de los americanos! y te podían acusar de hacer “propaganda enemiga”. Hay que ver cuanta mierda nos contaban… y hasta nos la creíamos. Bueno, algunos, otros seguimos escuchando rock todavía.
Pero, si escribo esto, es porque no me deja de sorprender Chichi Caney. Ahora va y se le ocurre lo siguiente: armó una empresa en Miami donde produce videos, publicidad, programas de televisión. Nada menos que un empresario del arte y la cultura, y con página web y todo. Desarrolla sus propias aplicaciones en Internet. Tiene un sexteto o, por lo menos, veo que canta con el grupo. Se atreve con la historia y graba videos donde narra chismes sobre nuestra música. Aquí les dejo uno que lo muestra. Chichi Caney… el puto amo… Un fenómeno…
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